miércoles, 13 de marzo de 2013

Me van a tener que disculpar (y no hablo de Maradona)


No quiero imitar a Eduardo Sacheri (mi pluma está muy lejos de la suya), pero le voy a tomar prestado el título que el usó para hablar de Maradona y en mi caso será por Charly García.

Anoche tuve oportunidad de verlo en el Frank Romero Day. Y sí, lo vi perdido en el escenario, viejo, con dificultades para caminar, y siendo que no es la primera vez que iba a un recital de él, también vi que ya no es lo que era, pero ¿saben qué? Sigue siendo Charly.

Y sí, Demoliendo Hoteles casi ni la cantó. Y eso me dolió. Pero no lo puedo culpar. ¿Cómo explicar lo que fue para mí que cantara Eitileda? Y sí, se la dedicó a Cristina pero ni eso me importa. Porque considero un estúpido  a aquel que es capaz de irse de un recital o negar lo hermosa que es una canción, sólo por la idea política del cantante, más allá de que Charly haya sabido ser menemista también.

¿Acaso los ídolos no son humanos, acaso los músicos no lo son? ¿Si uno puede cometer errores, ellos no? Si usted, radical, creyó en Alfonsín, ¿acaso es digno de ser vapuleado? Tan sólo le recuerdo hiperinflación y leyes de obediencia debida y de punto final y como se le miente a un país diciendo que “la casa está en orden”.

De los justicialistas tan sólo diré que detesto que hagan de cuenta que Menem no es justicialista. Muchachos, son un movimiento. Si ustedes llevan al poder a esa gente, también son culpables, y si luego hacen de cuenta que no son suyos, no sólo son culpables sino hdp también.

Pero esto era para hablar de Charly y me estoy yendo por las ramas. Anoche vi a un Charly que ya no era el mismo, pero que era Charly. No comparto a los imbéciles que lo preferían drogadicto y dicen que un músico debe morir de esa manera. Perdón, si lo fuera, que me  muera arriba de un escenario.

Cómo dice Sacheri, la culpa es del tiempo. Porque si el tiempo no avanzara, uno podría quedarse con el Charly de Sui Generis, de Serú Girán o de su época solista, haciendo el recorte que quisiera, pero a muchos les jode que este Charly salga en los medios hablando de alguna afinidad política.

Qué equivocados están. Charly siempre lo hizo. En Sui Generis creo grandes temas como Instituciones, Botas Locas, Juan Represión, la genial historia de Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario y hasta la fogonera Rasguña las piedras.

En Serú hizo lo mismo con Alicia en el País, José Mercado y cuando se lanzó a solista, llegó ese piano hermoso de Los Dinosaurios. Así que muchachos, basta de criticarlo por exponer sus ideas, estén o no estén de acuerdo, porque cuando tuvo que ser valiente, lo hizo como mejor sabía, con su música mientras millones de argentinos se quedaban callados y resguardados en un “yo no sabía nada”.

En mi caso, no tengo nada que criticar a Charly, aunque me encantaría verlo mejor. Le debo agradecer a él  y a mi padrino por tener ocho años cuando descubrí Sui Generis, luego de que mi padrino me grabara un casette (sí, un casette) donde venía un mezclado de la banda separada en ese momento hacía 14 largos años.

Con el tiempo fui conociendo más y entendí que no por nada a Serú Girán se lo llamó “los beatles argentinos”. Y eso sin mencionar la infinidad de frases con las que me he sentido identificado y que aún hoy me sigue pasando.

Así que me van a tener que disculpar si yo aún no doy por muerto a Charly, y creo que nunca lo haré. Porque es un ser mortal, que desde sus fortalezas y debilidades ha hecho feliz a millones de argentinos y es más de los que muchos seres han hecho y harán en sus vidas. Pero no sólo por eso, sino porque lo que ha dejado y lo que traspasará su muerte, cuando llegue, es invaluable.

Yo me quedo con eso. Con el Charly que vi anoche, con el que vi en Talleres alguna vez y al que vi hacer un recital de tres horas en el desaparecido Gran Rex. Me quedo con el que me hizo comprender que la música es historia y poesías y no palabras elegidas al azar. Me quedo con el tipo que fue capaz de decir que si fuese un genio, entonces sería Spinetta o que en Mendoza, tras bajarse los pantalones en un recital lo quisieron detener por exhibición obscena y cuando un uniformado fue a buscarlo al camarín al grito de “Abra, soy policía!”, solo obtuvo como respuesta un: “¿Y yo qué culpa tengo de que usted no haya estudiado?”. O si quieren con aquél que le dijo a Jorge Rafael Videla que no le importaba que no le gustara su música pero que a su hija sí le gustaba.

Señores, es Charly García. Si el tiempo se paralizara, hoy seria perfecto. El tiempo no lo hizo, y Charly demostró ser humano. Así que ustedes sepan disculparme si no comparto agravios e insultos que he leído desde hace tiempo. Para mí, sigue siendo Charly García. Say no more.

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